El núcleo del libro reside en el relato detallado del Proyecto Aalborg, un ambicioso intento de transformar la ciudad danesa a través de una serie de intervenciones que buscaban devolver el espacio público a los ciudadanos, priorizando el peatón y el ciclista sobre el automóvil. Flyvbjerg, con una meticulosidad casi fáctica, documenta el proceso desde sus inicios, narrando las primeras reuniones del equipo, las batallas con los funcionarios municipales, las discusiones con los ciudadanos y las inevitables desviaciones del plan original. Este nivel de detalle es crucial porque no se trata simplemente de describir un proyecto fallido; es un estudio de caso en tiempo real que ilustra cómo las
y la administración pública, con sus propias reglas y prioridades, interfieren con la implementación del proyecto, convirtiéndolo en un arduo proceso de negociación y compromiso.
Un elemento clave del libro es el uso del concepto de «racionalidad instrumental» de Niklas Luhmann, quien argumenta que los actores sociales actúan basándose en la búsqueda de resultados específicos, sin necesariamente tener en cuenta las consecuencias a largo plazo o el impacto social de sus acciones. Flyvbjerg utiliza este concepto para analizar cómo los políticos y funcionarios locales, en lugar de preocuparse por la sostenibilidad o la justicia social, se enfocaron en lograr resultados más inmediatos y visibles, como la construcción de nuevos espacios públicos y la reducción del tráfico. Esta irreflexión fue un factor clave en el fracaso del proyecto, que nunca logró alcanzar sus objetivos originales.
Además, el libro destaca la importancia de la participación ciudadana en la planificación urbana, aunque también revela las complejidades y desafíos inherentes a este proceso. Si bien los ciudadanos participaron activamente en el proyecto, su participación fue manipulada por los políticos y funcionarios locales para legitimar sus decisiones. La “democracia participativa”, como se la conoce, no era una verdadera participación, sino un ejercicio de “consentimiento simulado”, donde las voces de los ciudadanos eran ignoradas o utilizadas para reforzar la narrativa del proyecto.
El Proyecto Aalborg, en su intento de rediseñar la ciudad, se convirtió en un laboratorio perfecto para Flyvbjerg para explorar las dinámicas del poder en la planificación urbana. A través de la lente del relato del proyecto, el autor presenta una teoría contundente sobre cómo el poder opera en la práctica, desmitificando la idea de que la planificación urbana es un proceso neutral y racional. Este no es un simple relato de un fracaso, sino una brillante deconstrucción de las fuerzas que moldean nuestras ciudades.
El libro explora en profundidad la relación entre diseño urbano, poder político y expectativas sociales. Flyvbjerg argumenta que el diseño urbano no es un mero ejercicio de estética y funcionalidad, sino una forma de ejercer poder. Al elegir qué espacios crear, qué materiales usar y cómo organizar el espacio público, los planificadores urbanos pueden influir en el comportamiento de las personas y en las relaciones sociales. Esta capacidad de influir en la vida de las personas es precisamente lo que hace que la planificación urbana sea tan importante y tan peligrosa. El autor argumenta que, si no se controla el poder, la planificación urbana puede convertirse en una herramienta de opresión y dominación.
La estructura del libro – combinando un relato detallado del Proyecto Aalborg con una teoría desarrollada a partir de este caso – es particularmente innovadora. Flyvbjerg utiliza el fallo del proyecto para demostrar la importancia de la reflexión crítica en la planificación urbana. El autor realiza un análisis exhaustivo de las decisiones que se tomaron, revelando cómo los intereses políticos y las presiones económicas influyeron en el proceso. El libro también ofrece una herramienta valiosa para los urbanistas y sociólogos que se interesan en comprender cómo funcionan las estructuras de poder en la planificación urbana.
El concepto central del libro, la “convergencia” (convergence), el enfoque de la planificación que prioriza la eficiencia y la optimización sin considerar las consecuencias sociales y medioambientales, pone de manifiesto la forma en que los intereses creados pueden desviar la atención de los objetivos generales. Flyvbjerg demuestra que, aunque una planificación bien intencionada pueda tener una justificación racional, si no se considera el potencial de la corrupción y la manipulación, es probable que fracase. El libro no ofrece soluciones fáciles; más bien, exige una vigilancia constante y un compromiso con la justicia social.


