La historia comienza en el colegio, donde Mandy, una niña con una gran pasión por el fútbol, pasa sus recreos jugando con sus amigos, inventando jugadas y soñando con ser como sus ídolos. Sin embargo, el profe de Educa, un hombre con grandes ambiciones, tiene un plan para ellos. Propone la creación de un equipo de fútbol sala de prebenjamines del Santa Eulalia, lo que representa una oportunidad única para Mandy de llevar su pasión a un nivel más competitivo.
El equipo, a pesar de ser mixto, está formado exclusivamente por niños, excepto por Mandy, lo que aumenta la presión sobre ella. Inicialmente, la idea es emocionante, pero pronto se hace evidente que no todos comparten su entusiasmo. El capitán, Rodrigo, un niño con el apoyo incondicional de su padre, se muestra reacio a que la niña tenga un papel central en el equipo. Su padre, influenciado por ciertos prejuicios, no quiere que Rodrigo pierda protagonismo. Este conflicto inicial sienta las bases de la trama, mostrando la lucha de Mandy por ser tomada en serio.
A medida que el equipo empieza a entrenar y a competir, la situación se complica aún más. El nuevo entrenador, con una visión muy particular, comienza a sugerir que Mandy no practique un deporte que puede suponerle la lesión, lo que demuestra una falta de respeto hacia sus aspiraciones y un trato condescendiente. Esta actitud, junto con las constantes objeciones de Rodrigo y sus padres, genera una creciente frustración en Mandy.
Ante esta injusticia, y ante la desestimación de sus posibilidades, Mandy se siente abrumada y considera abandonar el equipo. No ha sido fácil para ella demostrar su valía día tras día, y la insistencia en que no puede hacer frente a las expectativas ajenas la agota. Sin embargo, sus amigos y compañeros de equipo, movidos por la admiración que sienten por ella y por su determinación, no se rinden y la animan a seguir luchando por su sueño. «Luché por ser futbolista; tú también puedes conseguir tu sueño. ¡No te rindas!» Su mensaje, cargado de esperanza y motivación, se convierte en el eje central de la historia.
El desarrollo de la trama se centra en la batalla personal de Mandy contra los prejuicios y las dudas que le susurran aquellos que no la ven como una verdadera futbolista. A través de sus entrenamiento, sus partidos y sus momentos de reflexión, Mandy demuestra su talento, su entrega y su compromiso con el equipo. Cada victoria, por pequeña que sea, es una prueba de su valía y una afirmación de su derecho a perseguir su sueño.
A medida que avanza la novela, el lector se identifica con la lucha de Mandy, quien se enfrenta a la discriminación por ser una niña en un deporte dominado por los chicos. La novela, de forma sutil, plantea importantes cuestiones sobre el género y la igualdad de oportunidades. No se trata de condenar a los padres de Rodrigo, sino de mostrar la importancia de la visión del entrenador y de las actitudes discriminatorias que pueden obstaculizar el desarrollo de los jóvenes. Mandy se convierte, así, en un símbolo de perseverancia y valentía.
La relación entre Mandy y sus compañeros de equipo es fundamental para la historia. El equipo se convierte en una familia, un lugar de apoyo y confianza donde cada miembro se siente valorado y respetado. La novela resalta la importancia del trabajo en equipo, la colaboración y el compañerismo. La amistad y el apoyo mutuo son elementos esenciales para superar los obstáculos y alcanzar los objetivos.
El clímax de la novela se alcanza en un partido crucial, donde Mandy demuestra su talento y su liderazgo. Logra marcar el gol que da la victoria a su equipo, confirmando su valía y desmintiendo las dudas de sus detractores. Este momento de triunfo no solo es una victoria deportiva, sino también una victoria personal que consolida la autoestima de Mandy y la impulsa a seguir adelante. El final de la novela es optimista y esperanzador, dejando entrever que Mandy tiene un futuro brillante por delante, no solo como futbolista, sino también como persona.
Opinión Crítica de Campeona: Una Historia Sencilla pero Poderosa
«Campeona» es una novela sencilla en su planteamiento, pero sorprendentemente poderosa en su mensaje. Amanda Sampedro ha logrado crear una historia accesible y emotiva, capaz de conectar con los lectores de todas las edades. La historia de Mandy es un ejemplo de perseverancia, valentía y confianza en uno mismo. Es una historia que nos recuerda que todos tenemos derecho a perseguir nuestros sueños, sin importar nuestras diferencias ni los prejuicios que puedan surgir.
Sin embargo, la novela podría haber profundizado un poco más en el desarrollo de los personajes secundarios, especialmente en la motivación de Rodrigo y sus padres. Aunque se sugiere que las razones de su comportamiento son, en parte, el deseo de mantener el protagonismo, la historia podría haber explorado sus sentimientos y su perspectiva de manera más detallada. Esto habría enriquecido la trama y habría creado un conflicto más complejo y matizado.
No obstante, la fuerza de la novela reside en la claridad de su mensaje y en la fuerza de la protagonista. La forma en que Sampedro ha plasmado las emociones de Mandy, su frustración, su determinación, su alegría, es admirable. El uso del diálogo es natural y cercano, y la narración es fluida y fácil de seguir. Además, la novela ofrece una valiosa reflexión sobre la importancia del deporte y del juego como herramientas de aprendizaje y desarrollo social.
«Campeona» es una lectura recomendable para todas las edades, especialmente para los niños y adolescentes que se sienten motivados por los deportes o que están lidiando con situaciones similares a las de Mandy. Se trata de una historia que inspira a la acción, a la perseverancia y al autoconocimiento. Se trata de un libro que, a pesar de su sencillez, deja una profunda huella en el corazón del lector. Recomendado para fomentar la autoestima y el espíritu deportivo en los jóvenes.


