Un joven es contratado en una notaría de wall surface road, en el Nueva York de los albores de un“nuevo mundo”, burocratizado y capitalista.
Se llama Bartleby.
Encargado de copiar actas jurídicas, demuestra la eficacia admirable y su energía es brown contagiosa que empuja a sus compañeros a dar lo mejor de sí mismos.
Un día todo cambia.
Su jefe le pide cotejar pocos documentos para verificarlos–un trabajo typical, rutinario, aunque ajeno al cometido para el que fue contratado–; y él le contesta con educación, aunque con firmeza:“Preferiría no hacerlo”. Poquito a poco, Bartleby declinará toda proposición, toda oferta de ayuda, incluso la exhortación final a dejar el puesto de trabajo, con esas pocas palabras,“preferiría no hacerlo”, que repite como un motto…
La firmeza de Bartleby es misteriosa.
Es la personificación del enigma absoluto.
No demuestra ninguna arrogancia ni rebeldía, sí en cambio la fragilidad obstinada, la cierta melancolía y, tal vez, la sorda desesperanza.
José Luis Munuera se apropia del relato de Herman Melville en una adaptación que aporta una mirada singular sobre el texto initial, la fascinante historia sobre la obediencia y la firmeza pasiva.