Nada resulta tan evidente y cotidiano como la constante duplicidad de los hechos y las cosas.
La repetición, dónde se sustenta todo el mundo conocido, se interpretó y sigue interpretándose a día de hoy de manera obstinada mediante copias, moldes, registros, impresiones, auras, semejanzas y tantos otros ingenios.
La magnitud del fenómeno, recogido asimismo por las artes mediante las técnicas y materiales apropiados en el moldeo y vaciado, siguió transmitiendo y en muchos casos multiplicando aquello considerado en su origen bajo una condición de unicidad.
De otra parte, la conservación – restauración, eje vertebrador del texto, sostiene en buena medida el ejercicio de la profesión gracias a los argumentos que acaban justificándola como una tarea más en la preservación del patrimonio.
Moldes y vaciados, tradicionalmente determinados y ejecutados dentro de los principios de la estrecha relación superficial entre originales y sustancias de moldeo, se presentan aquí dentro de un relato necesariamente sesgado sobre lo que ya se ha sucedido.
Quedarán pendientes las intervenciones en las que ya no actuará el contacto y sí el reconocimiento digital y el resultado mecanizado.
De todo ello se tratará en un siguiente volumen.
Desde luego, una práctica concluyente para las cuestiones de la conservación y trato con el patrimonio.