Una confesión, un retrato, un homenaje.
El libro más sincero y más expuesto de Rafael Reig.
Esta es quizá la narración más sincera y más expuesta de Rafael Reig, también la más conmovedora.
Después de que un evento cultural reúna a los compañeros de universidad, el narrador hace su irónica recapitulación generacional y recuerda los años estudiantiles en que muchos de ellos se creían «genios y todavía inmortales».
asimismo evoca sus múltiples peripecias entregado al impetuoso placer de leer y redactar, de beber y salir con chicas, tanto en el Madrid de la Movida como en las universidades norteamericanas en las que estudió y trabajó. Pero en contraste con aquella felicidad sin tasa, y con el ansia de ser publicado o seleccionado en una antología, la memoria le devuelve algo inesperado y más profundo: un agudo retrato de familia, y en especial de sus padres, ante quienes—ahora lo comprende—el narrador acaba dando la medida de quién quiso ser y de lo que ha acabado siendo.
Y así la novela, que se lee con fervor, nos lleva de la confesión al homenaje, y del retrato memorable de la época y la generación, al de la familia y un individuo.