La obra de
y cómo individuos aparentemente insignificantes pueden marcar la diferencia en un momento crítico.
En cuanto a la ejecución artística, el Adolf Tankobon refleja el estilo distintivo de Tezuka, caracterizado por un uso expresivo del guión y un énfasis en la comunicación no verbal. Sus dibujos, aunque simples en comparación con los estándares modernos, transmiten de manera efectiva la tensión, el peligro y la emoción de la historia. El uso de la línea negra y la composición cuidadosa crean una atmósfera de intriga y suspense. La historia es, en definitiva, un testimonio de la importancia de preservar la memoria histórica y de aprender de los errores del pasado. Se recomienda encarecidamente a los lectores interesados en el manga, la historia de la Segunda Guerra Mundial o la obra de Osamu Tezuka, este volumen es una lectura imprescindible.


